¡Personificando!
Teatro
Teatro para mí significaba, eso que siempre había querido hacer, de niño, en los grupos de colegio, pero por vergüenza o timidez al escenario nunca me animé. Al entrar a IB, la decisión de tomar el CAS de Teatro fue casi inmediata. Yo estaba dispuesto a dejar los miedos de lado, y afrontar cuan mayor retos pudiera!
Durante las primeras clases, practicamos meramente técnica, sin embargo comenzamos con herramientas tan simples como juegos de improvisación, en donde nos divertíamos un montón con los compañeros, desde hacer muecas (las más feas que pudiéramos) hasta tomar el papel de personajes al azar.

De mis partes favoritas del CAS fue el trabajo en equipo que teníamos como grupo; siempre tomábamos las decisiones en conjunto, además la voluntad de grupo para trabajar fue excepcional, sin dejar de lado el apoyo siempre del profesor a cargo.
En este CAS definitivamente aprendí a expresarme mejor corporalmente, las técnicas aprendidas no son solo teatrales, si no para el manejo de la expresión en general. Las clases de teatro mezclaban perfectamente entre la diversión del juego y la seriedad de al personificación, para dar finalmente el resultado esperado: ¡una función para presentar!
A pesar de ser no tener experiencia previa, obtuve un papel protagónico en la primera obra que lanzamos entre varios actores y actrices; una obra que iba con un mensaje de servicio y compresión hacia las personas adultas mayores. El hecho de poder crecer como persona y descubrir mis talentos más allá de la zona de confort es lo que más me satisface de mi experiencia en este CAS.